Ahora más que nunca quien compra una casa tiene en mente tres aspectos a considerar: la seguridad, el bienestar y la comunicación. Inquietudes de las que se comienzan a predecir tendencias para el sector inmobiliario como el de la inversión en tecnologías como requisito para su operación, este paso a la “nueva normalidad” les llevará tiempo a muchos a menos que se considere adoptar un modelo de una franquicia como Alfa Inmobiliaria donde más de 200 oficinas trabajan en red gracias a un software inmobiliario escalable y diseñado a la medida de sus procedimientos, su propio CRM y acostumbrada capacitación a distancia. Esto tiene varias ventajas para quien busque formas innovadores de emprendimiento.
Esta semana el gobierno federal publicó una estrategia para la reapertura de las actividades laborales las cuales deberán realizarse “de manera gradual, ordenada y cauta” y que para su preparación deberán seguirse los protocolos sanitarios que se señalan, en el mismo documento las empresas puede realizar un autodiagnóstico y llama la atención que los ajustes para seguir esta normatividad en el caso de un negocio acostumbrado a realizar sus procesos en base a la tecnología serán mínimos, además son los que se consideran de bajo riesgo pues esa “manera gradual, ordenada y cauta” fue realizada antes, pues forma parte de su rutina diaria, es decir, lo que para muchos significa enfrentar una nueva manera de hacer negocios otros ya están preparados para realizarlos.
¿Es posible entonces vender o comprar una propiedad durante la Pandemia y la Nueva Normalidad?
Con las herramientas adecuadas y un equipo de agentes inmobiliarios profesional y capacitado lo es, la transparencia hace la diferencia: desde el momento de obtener toda la información requerida, realizar una visita virtual a la propiedad hasta la reunión a distancia en la que es posible una negociación directa entre el comprador y propietario. Seguridad, bienestar y comunicación en primer lugar. Todo comienza con una conversación.